,

Retrato de un Crossfitadicto ¿Te Reconoces?

Felicia Coffey
Crosffitter y teacher

Hace tiempo que ciertas amistades te van diciendo (con tono de desaprobación) que tienes una adicción al CrossFit, y sospechas que puedan tener razón. Pues hay una manera sencilla de saber si te has vuelto CrossFitadicto/a: lee los síntomas y si tienes unos cuantos, hay una alta probabilidad de que padezcas una peligrosa CrossFitdependencia.
Siempre estás deseando que alguien te pregunte “¿Qué es el CrossFit?” Eso es porque quieres hablar del CrossFit. A todas horas. Y a todo el mundo.

  1. Aunque en realidad no sabrías explicar qué es el CrossFit, les repites a todos tus amigos que tienen que probarlo.
  2. La idea de volver a “entrenar” en otro gimnasio que no sea un Box es impensable. ¿Qué vas hacer? ¿Meterte en una clase de G.A.P.? ¿Jugar con barras de plástico en Body Pump? Preferirías pegarte un tiro en la cabeza.
  3. Generalmente metes a tus amigos en dos categorías: los de CrossFit y los demás. Y no estás muy seguro de si los de la segunda categoría son capaces de entenderte.
  4. Te cabrea que esas cosas irritantes llamadas “el trabajo” y “la vida” se inmiscuyan en tus horarios de entreno CrossFit, que es lo que realmente importa.
  5. Tienes un tubo de Blastoestimulina en el baño y en la bolsa del gimnasio.
  6. Aunque te quejes siempre de estar tieso, compras en Internet o en el Box cantidades impresionantes de cosas CrossFit – calleras, gomas, combas, rulos, zapatillas, camisetas, etc.
  7. Te es familiar la sensación, en medio de un WOD duro, de mirar al wallball que acabas de tirar al suelo mientras pones toda tu voluntad para volver a cogerlo y seguir con los repes. La voz en tu cabeza está diciendo “lo último que quiero hacer es volver a coger ese hijoputa de wallball. Pero cuanto antes lo haga, antes se acaba todo. Así que… vamos, hazlo. ¡Agáchate y coge ese jodido wallball de una vez!”
  8. Vas de vacaciones y WODeas solo en la playa o en un parque local, porque la idea de no WODear durante una semana entera te aterra.

COMPAGINAR LAS TAREAS DIARIAS CON EL ENTRENO A VECES ES COMPLICADO.

  1. Si nadie te está vigilando en el trabajo, te pasas todo el tiempo que puedas furtivamente viendo videos en Youtube sobre las progresiones para handstand walk y bar muscle-up.
  2. Si el Box no ha colgado el WOD de ese día en la página, revisas tu móvil obsesivamente hasta que lo hagan.
  3. Visitas el Reebok Outlet online a menudo, buscando rebaja (pero nunca con suerte) en los Nanos de tu talla y en el color que te gusta. Cuando no los encuentras, contemplas la posibilidad de cambiarte a los Nike Metcon.
  4. Alguna vez has soñado que conseguiste algún movimiento CrossFit que se te resiste. Cuando te despertaste te diste cuenta que fue el mejor sueño de tu vida.
  5. Conoces esa sensación cuando antes de hacer el WOD, sumas todos los repes y te dices “un momento, eso no puede ser, ¿eso es correcto? No parece posible, ¿a ver?” Y haces la suma de nuevo y te das cuenta de que sí; te ha tocado. Hoy vas a morir.
  6. La fuerza física y, sobre todo, mental que adquieres en el Box hace que te sientas invencible en tu vida diaria. Es como “yo hice 45 thrusters con la mitad de mi peso corporal hoy. Soy capaz de hacer cualquier cosa. No te metas conmigo.”
  7. Cuando vas por la calle o por un centro comercial, tienes la costumbre de mirar a la gente para ver si puedes identificar a alguien que haga CrossFit. “Apuesto que ese tío con los tatuajes es CrossFitero”…. (y le miras las zapatillas) “y esa tía con manchas de magnesio en las mallas tiene que ser CrossFitera” (y haces lo mismo). Entonces experimentas el sentimiento de formar parte de un club secreto de seres superiores.
  8. Empiezas a creer que las insípidas tortitas de harina de avena están verdaderamente riquísimas y que tu batido de proteína no sabe al magnesio manoseado del Box. Además, eres capaz de debatir sobre los méritos de la proteína sabor fresa frente al sabor galleta o al sabor chocolate brownie, y tienes firmes opiniones sobre cada uno.
  9. Te das cuenta de que sólo hay una cosa más divertida que hacer CrossFit, y eso es ver gente realmente fuerte haciendo CrossFit. Viendo videos de los CrossFit Games alucinas con los competidores. Los ves como dioses y diosas.
  10. Te encuentras a ti mismo barajando (aunque sea sólo a momentos) la posibilidad de vender tu casa y comprar una más cerca del Indian.

BUSQUE LAS 7 DIFERENCIAS ENTRE LAS DOTTIR

Y especialmente para mis Mujeres CrossFit:

  1. Tu madre y amigas creen que estás metida en una relación abusiva, ¡todos esos moratones! Y tu diciendo “no, de verdad, él no me agarró los brazos tan fuerte que casi me los rompe – sólo fueron los 21-15-9 kettlebell snatches de ayer,” mientras te miran con caritas de pena y preocupación.
  2. Pero, bromas aparte, si CrossFit fuese un novio, sería para denunciarle. Siempre te deja llena de latigazos y moratones en sitios sospechosos, siempre te duele todo el cuerpo, te aparta de tus amigos “normales” (que le critican y creen que estás loca por aguantarlo), es muy posesivo y te hace sentir super-culpable si no lo ves por lo menos 3 veces a la semana. ¡Claramente un caso de violencia de género y maltrato psicológico!
  3. Si tienes hijos, intentas meterlos contigo en CrossFit. Así consigues que su existencia estorbe menos en tus entrenos y tienes de qué hablar con ellos a la hora de comer. Intentas hacer lo mismo con tu pareja sentimental, pero suele ser menos dócil.
  4. Empiezas a poder distinguir entre Katrin Davidsdottir, Annie Thorisdottir and Sara Sigmundsdottir (a ver…… Annie Thorisdottir es la del pelo un poquillo pelirrojo y cara dulce que ganó los CrossFit Games en 2011 y 2012; Katrin Davidsdottir es más rubia y la ganadora de los Crossfit Games 2015 y 2016; y Sara Sigmundsdottir se parece muchísimo a Katrin Davidsdottir ….vamos, es igualita…a ver….esa es Davidsdottir, o es Sigmundsdottir? Es que ¿todas las malditas islandesas son iguales, o qué?!!!)
  5. Te das cuenta de que ¾ partes de tu colada es ropa de CrossFit. Un sinfín de mallas, camisetas, sujetadores de deporte y calcetines. Tu tendero parece un muestrario de Decatlón.
  6. Te has hecho alguna vez una carrera en las medias sólo deslizando la mano por ellas: tienes las manos más ásperas que papel de lija, ¡pero te encantan tus callos! Son el fruto de mucho trabajar y sufrir, y estás orgullosa de ellos.
  7. A veces cuando haces double-unders o salto al cajón o sentadillas con bastante peso, te haces un poquito de pipi encima. Y no te importa decírselo a tus compañeras CrossFiteras. ¡Nos pasa a casi todas!
  8. En el momento en que empiezas a tener los músculos de los brazos un poquito marcados, todo el mundo se siente libre para darte su opinión sobre tu cuerpo, desde las “amigas” que te dicen “¡vaya brazos!” y ponen una cara que no sabes interpretar, hasta los tíos que opinan que no quisieran estar con una chica más fuerte que ellos. Te da igual – que piensen lo que quieran – tú sabes que eres una campeona.

Pues ya ves, ¿a que te has sentido identificado? ¿A que sí? Me temo que ya sea tarde para ti, eres CrossFitadicto/a y no hay vuelta atrás. Eres un incomprendido allí fuera en el mundo de los normales, pero no importa. No hagas caso de esa gente y vente al Box con tu verdadera familia, que somos los únicos que te entendemos. (¡Y luego dicen que CrossFit no es una secta!)